Tren alborotado

...

y dos trenes casi blancos palpitan en tu estación
los árboles tienen las estaciones marchitas
por las venas, por las calles
va la blanca altura de tus huesos

Mi voz sale desde todas las cosas
y mi mirada se arquea en todos los puentes
todo me desposee
se hace un blanco rio de peces dulces
Decido hoy posar tu pecho
sobre mi silencio
mi silencio de fiebre, de corpiño abierto
Vengo desde algo errante y
tú me abres los ojos
y por favor
háblame siempre
aunque yo venga desde muy lejos.

Y cuando esté ausente como hoy, baila
picotea en mi lengua y abrázame desde muy lejos
respira las palabras que un día te di
vuelca las cosas despuntando el polvo
desde donde vienen los pensamientos?
seguramente desde tu nombre amado. Lirad

hay una ceniza de carne
en un palpito tuyo
y una infancia de flor abierta
en el jardín donde se sentaba la abuela

En la infinita desazón del que si piensa
en la posible comunión del hombre y la rosa
un sabor amargo
una grieta en el muro; un hombre de ángel
y un pasado de clavel oscuro.
Abrázame con tu insólito aroma
despierta las palabras que en mi fueron abandonadas
luces de pueblos lejanos
me dan la bienvenida a un nuevo idioma

que pacto más horroroso ese de ir y venir
por mi sombra
sin amarrarla definitivamente a tu cadena
de sueño y hortensias.

Si me atrevo a mirarte
no hay sonidos ni escombros, solo un hálito de
llanuras
y unos soles sin combustible
para quemarse en el atardecer de la carretera.

Fui vecino de tu presencia
más nunca me sentí aturdido ni amado
por tu alma leve
que palabras quedan, muy puras
estas palabras crean nuevos silencios
y yo ya me apresto a cantar en un nuevo himno
en un país donde cada respuesta
sea el idilio a tu atormentada juventud
y donde cada pregunta sea
un triunfar conmigo en una existencia lejana.