Tarareo

...
Él conmigo
era mi aventura literaria. Y yo su resultado extremo.
Más me tiro al suelo inmensamente triste
acusado de
no sentir demasiado y no cortarme con el filo del día
Triste, más triste aún
que una mariposa que no pasa a través de la ventana
engordando la imaginación
de la llanura;
al fondo me enfrío y siento desesperación
siento como la tarde me tararea algo melancólico
y como mi yo
alarga su mano a través del rosa para acariciarme.