El Camino del Sonido

Que le importaba la Depresión.
Que le importaba la Tristeza.
Que le importaban los problemas.

Sabía que el momento era único, bendito, regocijante y jodidamente puro.
Era un nacimiento para su visión, para su emoción, para aquel músculo de la planicie roja.

Había melancolía en esa música, pero a la vez le daba vida en su éxtasis desenfrenado de baile

Había transmisión de vida y eso era lo único que la salvaba de su laberinto mental.

Y obviamente que está vez no lo dejaría pasar.

Carcajea sin control y murmura con lágrimas en sus ojos:

" Y si morir es un hecho, qué mejor que morir viviendo"