Mi Clara Nereida

Mi Clara Nereida

Espuma, por si mar, presente Musa,
endeble ya si médano, tu coro
de sombras en ardid, palabra ilusa,
gemido de tu voz y Sol de Oro…
De espejo de tu mar vuelve la sombra
y juegas con latidos de la plata,
tus pechos son meandros de fortuna
tus ojos son pasión del que retrata…

Encuentro en tu suspiro todo el arte,
que mi voz clara pena ante tu risa
y es quizás ardor en tu sonrisa,
palabra de bondad que estima amarte…
Labrada para ti de tu corona,
presenté mi alabarda en tu muñeca,
el mar de tu bracero me destrona
por tus ojos, las peñas no me obcecan…

Vuelve el mar tu regazo de Odisea,
por clara voz danzante en tu figura
y el palio que describes, es la tea,
alumbra las estrellas con dulzura…
La luna apacienta Soles bellos,
que tu rostro, miradas iluminan
fue candil de mi asomo en tus cabellos,
el color de mi sombra, que dominas…

Lucila, acompáñame nocturna,
y en el día, comanda mi resol;
que fulgura en tu tropo, taciturna,
y en arte de tu risa, tu Crisol…
Sé la más bella espada de los mares,
enhiesta tu figura en las Arenas,
playa que desnuda de tus amores,
goza de los suspiros de tus penas…

Eres aquel verdor de la Esmeralda,
cual Polifemo a Galatea hace,
y sin obsequio va, marina falda
Aguamarinas claras, donde yaces…
Acis, invoca el claro de tus ojos,
cual turpitud amada de este cíclope,
y mientras este mar, con mis despojos,
tus labios son el beso de Calíope…

Ooh, Náyade, Ninfa: Lucila, pruebes,
cadencias de Amor, al cuerpo me debes…