Dulce nocturno.

poema de Erasmo

Miras el mar,
y sabes que el cielo
es el reflejo de tu alma.

Miras el mar,
querida mía,
¿a quién susurras?

Vastas hiedras cubren esta escena
de luces y sombras,
mientras llevan esta flor hacia la nada,
estrella mía.

La forma es el cuenco,
y naces cada instante
en esta gloria eterna.

La forma es el cuenco,
reina de mi sol,
mi soberana.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Que preciosas obra!

Critica: