Al ojo del culo,
¡Ay maremoto encendido!,
¡nadie todavía ha comprendido,
tu función vitalizante,
tu intestino zigzagueante!.
El viento sale de tí,
y no huele acaso a alelí,
también hiede tu estreno
del defecar tan sereno.
Pero eres alma y vida,
¿qué escandaliza a la gente?,
si también huele el retrete de la herida,
y también el oloroso pedo ingente.
¡Tercer ojo del tiempo y del espacio!,
de tí cuidan el papa y el tendero,
con insaciables formas del esmero,
con sumo cuidado y muy despacio.
No vaya a ser el óxido precario,
el culpable de fétidos dolores,
¡se figuran bien todos los horrores
que vienen de un obrar muy temerario!.
¡Más cuidan la mirada del ojo escondido,
que a los niños del valle y al verso malparido!,
más cuida su furiosa retaguardia,
la plebe con culposa taquicardia.
¡Entonces yo dedico el disparate,
a la premonición de tu mirada!,
pues no existe mujer ni vive vate
sin dejar de sentarse en la cegada.
Comentarios & Opiniones
Pero eres alma y vida,
¿qué escandaliza a la gente?,
si también huele el retrete de la herida,
y también el oloroso pedo ingente.
Me gustó, gracias por pintar una sonrisa. Saludos Erasmo.
Gracias María. Inspirándome en Quevedo escribí estas líneas. Un abrazo.
Muy bueno e ingenioso, saludos.
Gracias Iaria por leerme.
Perdón, "Iara". Un abrazo y nuevamente gracias por leerme.
Pero sin dudas y quien no lo tenga o no se muestre como dices...está muerto!! eres genial y original , siempre escribimos a las cosas bellas, tristezas, desamores...etc; muy bueno y me has hecho reir, muchas gracias mi querido poeta, un abrazo.