Llegará el día ...

Quiso así el día
mostrar a perpleja luz
la agonía con ojos color miel
la sutil tiranía
de humanos incrédulos y
otros, serviles dueños,
al mundo postran
con infeliz desdén.

Quiso así la noche,
en quietud al viento
entregar en eco
las mudas voces
de cientos:
blancos, negros, multiétnicos.
Todos inocentes,
callados a cañón, miseria y miedos.

Pero... Llegará el día,
sin temor, ni reproches,
se levantarán miles de voces;
las de ayer y hoy.
Un solo himno cantaréis
el mundo en desiertos
y selvas llenas de bestias,
montañas y lagos llenos de gusanos,
volcanes y mares llenos de parásitos,
y con la frente en alto...
nuestra voz y manos serán escudos,
serán armas para combatir maldades
y plagas en la mente humana.