Estados mundanos

Estados mundanos

La pobreza

Pobreza es un desagüe atascado de pelos
Agua rebosando, o lágrimas.
Pobreza no son cadenas
Todo lo contrario
Pobreza es demasiada libertad
Para un ser tan desarmado
Como el desdichado hombre.

La riqueza

Quien mejor pudo definir la riqueza
Fue uno de los comunistas
Eclesiásticos de la historia.
En efecto: Santo Tomás Moro.
Riqueza son cadenas.
De oro, plata, diamante…
Usted no viste la riqueza,
La riqueza lo viste a usted.

…

Conclusiones en un cigarro bien prensado:

La riqueza es por naturaleza
Un ente envidioso, quebradizo,
Contradictorio, siempre
En contra de las leyes naturales.

Por lo tanto el rico, como el enfermo
Necesita sentirse vivo, ¿Cómo?
Esclavizando a su vez al pobre.
Haciéndolo más pobre hasta
Convertirlo en esclavo
De su pobreza.
Es la única forma de que todo
Cobre un sentido para él.
Le hace creer que puede dejar
De ser rico, pero para ello,
Necesita servir al modelo social,
Pagar las facturas-por desmesuradas
Que puedan parecerle-,
Necesita estar a la última
Tecnológicamente,
Teológicamente,
Porque es lo lógico…
Debe servir de ejemplo.

El rico lo convence de que
Puede cambiar su desagüe,
Y dejar que fluyan los sentimientos
Que arrastren los sedimentos.
Y lo embauca de tal modo
Que solo él tiene la respuesta
Para abrir y llenar sus necesidades.
La llave de su bienestar,
El olvido del cansancio de vivir.

En ciclismo esta relación se denomina:
Hacer la goma.
Usted que es el pobre, debe cortarme el viento
Y cuando yo lo considere, podrá sentir
Como tira de usted un rico,
Cuando consiga serlo usted.
Pero todo es una estrategia malsana,
Porque el pobre olvida que no es inmortal,
Y el rico en lo único que piensa
Es en la muerte.

…

Entonces el pobre tiene un hijo.
Y como es lógico
Lo lleva a una escuela pública,
En la que hay todo tipo de chavales.
Lo más importante que aprenden
Esos chavales en la escuela
Es que son inferiores a aquellos
Que van marcados.
El ganado que no va marcado
Es de calidad dudosa,
En cambio, de un Adidas
O un Lacoste hay que fiarse.

Y ese chaval le exige a su pobre padre
Unas zapatillas que valen lo que el desagüe.
El padre está sumido durante ese instante
En el dilema más profundo de la educación actual,
Pues en el centro comercial
Recibe su hijo la mayor de las enseñanzas.
Por supuesto, el padre es inteligente
Y le compra una marca menor,
Con lo que su hijo vuelve a casa
Mirando al suelo, agarrando
Una bolsa con un desagüe nuevo.
Así es, el niño no ha aprendido nada.
Excepto que siempre será pobre;
Es lo que piensa en ese momento…

Al niño le persigue la pobreza
En un mundo de apariencias.
Es todo un shock, difícil de comprobar
Y de comprender.

¿En qué piensas hijo?

Pero la mayoría son como él.
Y supera sus grandes
Ambiciones adolescentes,
O más bien, infantiles.

Todos necesitamos sentirnos ricos.
Ese niño también.

La cuestión es sencilla:

¿Tú que es lo que elegiste?

Claro que esto es en el mejor de los casos.

Pasemos, más brevemente,
A un estado de pobreza moderna.
Dejemos de lado el feudalismo.

Imaginemos que en efecto,
Como dice mi colega
El señor H. Martinson,
El pobre ya no nota el Sol
Ni el Viento…

¡Ah! Inocente realidad…

No lo tomes al pie de la letra,
Pero absorbe la esencia cual colibrí
Ahora que tus alas están calientes.
Diremos que la isla se denomina…
H. Martinson por ejemplo.
En la isla H hay un chamán.
El chamán conoce un secreto,
Y el señor de la isla,
Sabe que lo conoce.
Pues bien, ese secreto
En definitiva es conseguir
Que el obrero trabaje
Sin salario y de manera
Eficaz a un noventa por ciento.
Por supuesto llevarán a cabo
Ese estado de zombificación,
Y el pueblo alabará a sus príncipes.

Creo recordar ciertas leyendas
Haitianas sobre esta espantosa idea.

Hablar por hablar.
La cuestión es que el pobre,
Ya que siempre lo será,
No olvide el Sol ni el Viento,
Y se levante en armas
Si algún día lo privan
De tales maravillas.
Vosotros poetas,
Sois los encargados
De hacer que no lo olviden
Aquellos a los que por desgracia
Regalaron unas buenas zapatillas
Y cuyo desagüe se colapsaba.
Vosotros sois la campana del bien,
El aparato de la felicidad,
Vosotros sois el Sol y el Viento.
Creo que si un poeta olvida esto
No merece ser leído,
Y debía asegurarme
De que nadie lo olvidase,
Aunque parezca ya muy sonado.

PAZ Y PAZIENZIA.