-Relato-

poema de AGR

Con un robado y sutil beso, comenzó el relato,
que se escribía en nuestro diario de vida.

Tomaste la delantera de tus actos, dejándome
sin escapatoria, con cientos de dudas y solo una pregunta.

¿Cómo amarte, si fui tú apuesta?

Recolectando buenos y malos momentos, albergué
solo frío, desesperación, al tenerte cerca, pero compartida.

¡Amor! La palabra que más odié de ti, más tus abrazos
el refugio que tanto amé, porque en ese momento,
tú eras solo para mí.

Esos tiempos donde las batallas sin cuartel,
fragmentaban más y más la relación.
Recordé como nos escupíamos los reproches,
ganando siempre tú y perdiendo yo.

Cada día era difícil fingir una sonrisa,
o exclamar alguna palabra cariñosa,
acariciar tú piel que emanaba otro aroma y,
con cada te amo que salía de tus labios, eran
dagas afiladas desgarrándome las entrañas.

Decías que hablaba mucho y que aún suelo ser
odiosa, tienes razón, sabía que solo oías y no
escuchabas, más el poco orgullo que me quedaba
me hacía guardar silencio de lo que sentía; del dolor
que causaba tus mentiras y al final prefería escucharte,
comprenderte.

La intimidad, tétrica, aburrida, mientras descargabas tus
ansias, alimentando ese apetito, mi cuerpo se calentaba para
ser apagado por las lágrimas de mi corazón.

Las risas borraban los días grises que solían ser frecuentes.
En esos momentos era feliz, porque tú eras el sol que
brillaba en mi universo.

Tantas veces lloramos como niñas, yo en tus brazos y tú
en los míos. Tantas veces caímos derrotadas dando
tregua a nuestras disputas para luego hacer del "amor"
el campo de luchas.

No importa si había amor o no, porque al final del día
éramos tú y yo.

Con un robado y sutil beso, comenzó el relato que
se escribía en nuestro diario de vida, dejándonos
cientos de dudas y solo dos preguntas.

¿Quién eres tú? ¿Quién soy yo?

-AGR-

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