La noche

poema de Allan

Noche

Ruge el crepúsculo en llanto amargo,
lo sigo al instante y petrifico.
Pasa y enseña un lobo su hocico,
triste,seguro aullando.

No le brillan los ojos,
no se oye el palpitar de su alma,
la noche avanza segura
para devorarnos.

En el descuido esta la trampa,
en el desinterés los malos vicios.
Un precipicio en el que el mal,
te impone sus caprichos.

Los quejidos son los mismos de ayer,
el cansancio sufre
y la penumbra te abraza
para la final soltarte sin aliento.
La madrugada sin vida
te impone su criterio.
Enojado aparece el amanecer.