El incierto valor de las cosas

El dinero: Una moneda de poco valor es un tesoro para un limosnero, quien se acostumbra a sobrevivir con una bicoca.

Un billete de gran valor es una miseria para el hijo de un burgués, quien sólo debe hacer un berrinche para conseguirlo de nuevo, cuando lo desee.

Una Madre: Es lo más prioritario e invaluable para quien acaba de sepultarla.
Sólo es algo accesorio, que brinda comodidad y facilita la vida a quienes aún la tienen.

Un vaso con agua: Para unos no tiene precio, porque donde habitan es abundante y nada cuesta.
Para otros tampoco tiene precio, porque donde habitan no es fácil de conseguir; ni con todo el dinero del mundo.

La fama: Unos, pierden su vida buscándola.
Otros, quieren perder la vida por haberla encontrado.

Una hazaña: Puede ser el máximo logro, visto a largo plazo.
Puede ser el menor logro, en caso de cumplirse prematuramente o a corto plazo.

El fracaso: Es una maldición, para quien lo sume como final o meta de un esfuerzo.
Es una bendición, para quien lo asume como punto de partida hacia un nuevo esfuerzo o meta.

La importancia: Es trascendental, según el momento o circunstancia adecuada.
Es irrelevante, también según el momento o circunstancia idónea.

Una crítica: Puede inducir a que alguien se corrija o reforme.
Puede inducir a que alguien se trastorne y deforme.

Una sonrisa: Puede incitar a la amabilidad y simpatía.
Puede incitar a la hostilidad y antipatía.

Un favor: Puede ser recibido como un gesto interesado con expectativa.
Puede ser recibido como un gesto amable y altruista.

El pudor: No es nada al defender nuestra vanidad.
Lo es todo al defender nuestra honra.