Desdicha
Endurecer el alma hasta que quiebre
y que flores de nácar nazcan en las grietas
Marchitar la estridencia de la razón
y que la secuencia de emociones omnivoras
devoren con avidez
la putrefacción de la cordura
Soltar los lazos que atan las alas de la libertad
y que fluya real
como el grito del viento de ahí fuera
que hace danzar con soltura las cortinas...
Viajo tumbado sobre un lecho de tortura sideral
hipersensible por los bordes de la hipoxia
Tropiezo al filo de precipicios imaginarios
y solo nubes densas de comprensión esporádica
amortiguan una caída precipitada e irreflexiva
Evito ser una masa de carne ligera
esparcida por un fondo de final incierto
esperando ser sorbido con premura
por un tiempo senil y desdentado
¿Acaso he nacido solo para ser así de trágico?
¿Para qué esta voz interna
carnicera me despedace
me empuje a sentimientos que son fieras hambrientas
dispuestas a destrozarme
célula a célula?
¿Acaso no he sido merecedor
de oportunidades más prósperas?
¿No sería justo al menos enmudecer
y contradecir al destino?
Como hombre pobre sueño con sobres dorados
billetes hacia la autodeterminación
que apisonen lo pasado
Como hombre sigiloso silencio mi cueva
decorando esta capilla sin deidades
creando sucedáneos artísticos de mi sangre y cenizas
descomponiendo primero para componer después
la historia archivada de mis desdichas
siendo antropólogo de mi propia existencia.
Comentarios & Opiniones
Estupenda obra auto analítica Adrián, un inmenso placer de lectura y un gusto encontrarte por acá, abrazos cordiales, buenos días
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