MI NIÑA BONITA

Eres mi niña bonita, un ser perfecto sin pecado,
de sentimientos elevados,
un ser puro, un ser inmaculado,
pero, tenías quince y yo dieciséis,
que dulzura verte correr, jugar, reír, cantar y vivir,
verte entre las flores del campo.
Esta noche sin juicio ni prejuicio
voy a recordar mi primera vez
y pasear por aquel lugar como las sombras de un atardecer
y recordar aquella manera bonita de amar,
de amarnos en nuestra primera vez.
Cuerpos bellos, cuerpos apasionados,
naturaleza divina de tus labios carmesí,
pero, que maravillosa forma que tenías de mirar
y que bella tu manera de besar,
hasta puedo recordar, el modo que tenías de respirar,
de cómo se agitaba tu pecho cuando estabas a mi lado.

El amor fue pureza en sí mismo
y como en todas las historias de amor,
tu infinita belleza fue revelándose ante mis ojos.
Sin darme cuenta, beso a beso me fui enamorando,
beso a beso, me fui enamorando con la intensidad del sol,
me bastaba con tu belleza y verte sonreír.
Fue muy hermoso todo lo que nos pasó,
imposible saciarse de tu bonita manera de ser,
sentir tu cuerpo apasionado junto al mío
y deleitarme con la frescura de tus labios.
Beso a beso nos fuimos metiendo en una burbuja de amor,
beso a beso nos fuimos ilusionando, atrevidamente,
besándonos a escondidas, como se besan los amantes,
enamorándonos, como se enamoran los que se aman,
abrazándonos, como se abrazan los que se quieren,
enamorándonos más, besándonos más, abrazándonos más
y como en los sueños, flotaba en el aire.

Fue una pasión de verano,
un amor de estudiante, un amor de juventud.