Grazie

poema de Acero etereo

Se ha terminado el vino,
su corcho me abrigó,
su aroma dulce se ha ido.
En la copa vacía veo,
un recuerdo del tiempo vivido.

Las risas llenaban la sala,
jugábamos con las sábanas,
el recuerdo sigue vivido,
lo leo entre las palmas,
sus ojos son zafiros.

Quiero llorar.
No sé si me explico.
Déjame arruinar lo que vivimos.

Estoy golpeando al Nazareno,
mientras lloro ríos y me río,
Pero detengámonos aquí, amigo,
antes de herir a aquel que veneramos.
Sos mi sanación y abrigo,
enfrentemos estas penas,
antes de lastimarnos.

Me he quitao' las alas,
las dejé debajo de la cama,
las plumas búscalas en mis delirios,
en mis diarios, en mi cenicero,
en las zapas viejas,
debajo de la alfombra.

La carta a Caronte,
la mofa a las musas,
el Supra pa' la madre,
y el perdón pa' lo que queden.

Ya casi me redimo,
con cinco pe más,
les pago el guiso,
y en cuatro tiros ya ni reincido.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Que preciosa obra!
Me encanta!
Saludos cordiales
Felicitaciones!

Critica: 
IARA MARÍA VILLEGAS

Muy buena obra, saludos.

Critica: