Mi yo interior

Abro los ojos
el ruido de la incipiente rutina abruma mi cuerpo
los rayos del sol se pegan a mi cara,
más mi energía se la ha llevado el viento.

Todo avanza, y sigue tan igual como ayer
y como mañana.
No hay un momento donde nos paremos a pensar,
qué pasó con nuestro tiempo.

Me siento pesado,
sin querer he envejecido.
Las cadenas golpean vergonzosas entre sí
presumiendo, quizá, que ya no puedo volar.

Mis pensamientos divagan,
de chico me dijeron que podría elegir,
pero no hay elección, no hay independencia.
La nada se apoderó del todo.

Hoy es un nuevo día,
nuevo para otros.
Yo me siento usado
como un envase al cual se puede descartar,
sin embargo...abro los ojos.