Diez mil novecientos dos,
días en los que ella vivió,
en los que el verdadero amor encontró
mucho antes que cualquier soñador.
Que vio los colores crecer,
la esperanza prometer,
más cuando todo parecía ir bien
la vida, egoísta e insulsa, decidió desvanecer.
Comentarios & Opiniones
"la vida, egoísta e insulsa, decidió desvanecer." cuantas veces nos da una bofetada y nos deja tirados... pero hay que seguir...saludos
Gracias por pasarte.Y sí, la vida es todo menos justa. Saludos!