Y así será y así te irás y ya no estoy.

Ella era tan linealmente retorcida,
que mi simpleza espiralada
expresada entre miradas
lograba de manera extraña
satisfacer sus ansias
de complejidad,
nuestros ojos conversaban
de lado a lado del lugar.

Y en su traje hecho a medida
símil súper heroína
escondía la tristeza
de un corazón en ruinas,
de un alma en avería,
de un inminente diagnostico
propio de un cuerpo
acéfalo de amor.

Y así fue
y así fui
y aquí estas.

Polizontes en un viaje,
sin destino ni paisaje
hacia el nunca jamás.

Arrastrando el peso del pasado
en sus zapatitos de tacón,
bailaba al ritmo hipnótico
de aquel último vagón.
Yendo a ningún lugar,
volviendo a cualquier lado,
nos presentamos sin hablarnos
desde juramento a pueyrredon.

Y así es
y así vas
y aquí estoy.

Dos desalineadamente alineados,
ajenos al estereotipo
de la utópica playboy.

El roce de nuestras manos
poco mas nos obligó,
y tras un scotch de bajo costo
y un beso apasionado
agregamos al diccionario rae,
la nueva definición
"amantes de estación".

Y así será
y así te iras
y ya no estoy.