Las Flores del desierto de Atacama

poema de Alguien más

Florecer es más allá que la misma flor.
Un proceso.
Nada florece porque sí, sin razón ni propósito alguno.
Porque, jamás ha florecido el océano.
En el mar las aguas se evaporan o se hacen liquidas.
Si florecen las algas, los peces y los tiburones, son ilusas metáforas.
Florecen para comer y para ser comidos, no sé, parece mecánico.
Las migas de pan no florecen.
Se esparcen después que el pan se endurece.
Así el trigo florece, la harina y el pan se elaboran.
Florece el pan en los poemas de Gabriela Mistral, el pan que comimos.
Florecer, nacer y un proceso material.
El alquimista se luce con el oro.
El marxista con la plusvalía.
El taxista con el taxímetro.
El académico con los viáticos y privilegios.
Los postmodernistas, florecen en el discurso políticamente correcto.
Nacer, florecer, y un proceso.
Lavoisier nada pierde, lo transforma todo, no existe la nada en las partículas.
Solo existe lo que se centra, lo demás queda fuera, lo marginado por el ojo de Derrida.
Machado no transforma su vaso, lo quiebra y jura nunca más volver a beber en él.
Los niños pensantes de la izquierda lo transforman en gratuidad universal.
El más empresario lo lanza al mercado, mezcla de calidad y ambición desmedida.
La hegemonía de Gramsci hace la masa con la harina de la igualdad en los mares del caribe.
En el pan de cada día, donde todos salen del Estado, nuevecitos de fábrica, humanos Ford A.
Un tipo de pueblo, un tipo de sociedad, un tipo de individuo, una masa homogénea.
Y recuerda el marinero en un barco hacia Turquía sobre lo que hizo en el prostíbulo de ayer.
O el narcotraficante, que se compró un país, exige su legitimidad, en cuanto a gastos y sobornos.
Igualdad y diversidad, como si cada cosa es una flor, cada cosa se transforma en un proceso.
Al parecer todo se hace con agua, trigo y con palabras de poesía.
¿Y lo que florece?
Se lo comen los tiburones del océano.
Nace la cocaína con ayuda de campesinos, soldados, empresarios, políticos, el vecino que la vende y el drogadicto que la necesita.
Florecen los cambios que siempre están cambiando y les llaman los nuevos tiempos.
¿Florecen los Suspiros en el desierto de Atacama sin motivo alguno?
No hay motivo alguno, latentes esperan cientos de días y de repente cobran vida.
Se puede decir, estas semillas se mantienen secas y con vida solo por la esperanza.
Se puede decir, que después que florecen, viven menos que lo que esperaron.
Porque cuando llega la luvia, las aguas dejan de ser un proceso y hacen el milagro.
Para la mayoría es un fenómeno natural.
No importa,nuevamente todo cambió y las semillas del Suspiro del desierto,
vuelven a esperar.
Dijeron que se llamaba Pueblo.
Yo le di otro nombre.
Un nombre que va siempre conmigo.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Muy interesante Victor! Un placer leer saludos cordiales y beso.

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