Podía sentir el peso de la humedad sobre mi pelo.
Mi corazón se aceleraba junto a mi pecho que se hundía impidiéndome un suspiro.
Paré. Quieto. Déjalo caer.
Una suave lagrima tocó mi mejilla.
No hay nada más abajo. Solo tierra. Húmeda y sólida.
Recoge tus trozos y sueña.
Comentarios & Opiniones
Me gusto mucho