bipartite

el viento rasguña las paredes del tiempo
dibujando los garabatos que definen el momento
en el que soy capas de mirar el paisaje de mis intensiones.

El segundo es la palabra que define las hojas del otoño sobre mi entorno,
incalculables pasan sin ser vistas y rozan mis brazos, escribiendo
historias que se desvanecen junto con esa sensación que produce el roce con mi piel.

Mis pensamientos son segmentos dibujados en las piezas de la tranquilidad que desaparecen en el instante en el que tiempo muestra sus fronteras.

Estoy amarrado en estrechos ríos
con corrientes que susurran la muerte.
Soy esclavo de mis decisiones,
y mi desesperación busca la forma de escribir en el agua.
Los gritos del alma apresuran la caída
y el ego destruye los cimientos de la razón.
La eternidad es nostalgia
y los limites son la prueba de mis días.

Cuando el momento termina,
la normalidad conoce los garabatos y crea nuevos vientos