EL JUEGO

EL JUEGO

Nuestro juego comienza al anochecer,
sin decirnos te amo,
sin invadir sentimientos que no nos pertenezcan,
descubriendo la guarida de las fantasías,
huyendo del lugar que ocupa el amor.

Con precisión subversiva,
te toman mis manos,
te susurran versos de cosas prohibidas,
me tomas por culto, me tomas por sabio,
pero esa cultura y por esos tus labios,
me arrojo al vacío del libertinaje,
no hay mandamientos que respetar,
pues he robado a ratos tu cuerpo,
y conservado tu aroma, guardo el glamour
de algunas piezas de tu ropa interior,
mi mundo empieza y acaba contigo,
persigo en tus brazos el amanecer.

RODOLFO ZAMORA