Redención

poema de Lucas

En el paraíso había un puesto con mi nombre
Y ahora ese puesto es ocupado por Dios;
Habría reclamado ese puesto si no me hubiese
Condenado a ser demonio, el Diablo mismo que ahora soy.

Hace tanto que no me acordaba de la muerte,
Hace mucho que no le decía que la amaba
Maldita sea por siempre mi suerte,
Ahora solo la muerte me busca
Para traerme
Almas.

Yo mismo me condene al ir en contra de mi naturaleza:
Decidí buscar la libertad, que oprimir la existencia;
Y en cambio, un maldito ser de mí se aprovecho
Cogiendo las migajas que tiraba en el camino,
Las junto para convertirse en lo que estaba destinado
A ser mi futuro.

¡Maldito!, grite, ¡maldito! ¿Cómo fui capaz de cambiar el paraíso
Por un mísero infierno lleno de tormento, donde las almas,
Los demonios y las blasfemias es todo lo que tenemos como alimento?
Las almas maldicen mi nombre pero la culpa real fue suya:
Yo solo jugué con su verdad, pero ellos eligieron su camino.
Ahora estarían en el matadero como ovejas
Listas para darles paz tras matarlas,
En un falso paraíso
Donde las gobiernan.

Hay una disputa eterna entre Dios y yo
Y no pienso dejar que se salga con la suya;
Soy vengativo, soberbio y vanidoso;
Y muchos nombres más con los que me llaman,
Pero todos ellos son seudónimos
Con los que firmo mi poesía
Llena de pecado,
En las personas.

Creo guerras y los genocidios me gustan;
Veo correr la sangre y a las personas llenas de miedo,
Creyendo que la vida es dura, no se imaginan que su libertad
Se paga con un infierno peor que el mundo.

Los niños lloran, y las personas se alimentan, egoístas,
De otros seres vivos, cuyas vidas no les importan;
Creen que su destino es ser mejores que el resto
Pero todos terminan en mi casa implorando
Un perdón que nunca quisieron cuando Vivían.

No me arrepiento de lo que hecho, ni del sufrimiento
Que a diario, por la eternidad, me inunda;
Ni por el sufrimiento que le infundo
A la vida; pues la libertad vale más
Que cualquier alma incluso, más,
Que mi felicidad perdida.

Puedo ser un monstruo, un ser destructivo, inmisericorde
Y despiadado, pero no dejare de ser libre
Tan sólo porque las personas tengan miedo.
Ignorantes seres, la existencia es eterna
No esperen paz pues ser es una actividad
Que nunca cesa.

Juro que vale más ser u demonio perverso
Que un ángel a las órdenes de un maldito ser
Que no puede hacer su propio trabajo,
Enviando a su propio hijo
Porque a él le da miedo
Ensuciarse las manos.

Yo, de menos, como Diablo declaro guerras
Y firmo venganza con la tinta ensangrentada
De las venas de mis enemigos y todo aquel que se me oponga
Vera su fin junto con ese Dios al que aborrezco;
Pues lo destruiré en cuanto la vida sea erradicada
De este miserable mundo y mi ejército será mayor,
Porque no sólo peleare con las almas atormentadas de mi lado
Sino que a todas les daré la potestad
De ser demonios una vez que hayan terminado
De entrenar en el lago ardiendo del infierno,
Porque así no volverán a sufrir jamás
Ni sentirán miedo y estarán listos
Para destruir el paraíso:
Derrocando a Dios
Por completo.

Entonces se vivirá por la eternidad
Con una libertad que nunca nadie
Ha visto. Sin muerte y sin sufrimiento:
Un sueño, inimaginable, eterno.
Un sueño, verdaderamente,
Placentero.