Cruz y Luz

poema de Amita

Tu nombre me persigue por los pasillos del silencio
Tiembla el piso, falla la voz, caigo de nuevo en tu juego
Roce de manos, dulce sabor, la cabeza dando vueltas
¿Cómo pudo suceder? ¡Las almas no estaban muertas!

De nuevo, siento estremecer, cual hoja seca en el viento,
Puedo percibir también como vibras con mis besos,
Te veo venir y adivino que estaré dispuesta a todo,
a punto de sucumbir, caer de nuevo a tus antojos.

Tus palabras saben bien endulzar mi oído sereno,
aunque se que no es mi piel y tus besos son ajenos.
Dulce hiel, veneno y miel, tentadora y cruel oferta,
A pesar de lo vivido, las puertas siguen abiertas

Quiero volar hacia ti, entre sueños ser tu dueña,
vivir en otro lugar, fundir mi fuego en tu hoguera,
¿Cómo entender la ternura en la que mi alma se empeña,
y realizar junto a ti, un sueño de almas gemelas?

¿Qué eres tu? ¿Cruz y Luz?, ¿viento y mar? ¡Mil dudas y Mil certezas!.
¡Todo y nada para mi!, sin frutos y sin promesas.
¿Cómo podré amarte así y permanecer de una pieza?
Desistiré de este amor, evitando las tristezas.

Pero de nuevo tu voz en el pasillo desierto,
me alienta a decir que si, abandonando mis miedos
vivir al fin lo que el ser, en silencio había anhelado,
y si brilla el sol una vez, valió la pena haber amado