Nuestro dulce pecado

Entre sonrisas
nos perdimos con la mirada,
uniendo nuestros cuerpos,
en un tierno abrazo amoroso.

Dulces caricias en el alma,
acompañadas de una guerra sinfín de besos,
unas manos atrevidas exploran mi cuerpo,
un incontrolable deseo nos induce al pecado.

Separándonos entre un hilo de suspiro amoroso,
embriagados por el dulce elíxir de la vida,
el deleitable vino del amor con un toque de locura,
cegados completamente por el amor y el deseo.

Dejándonos llevar por el amor,
ambos uniendonos en cuerpo y alma,
mirandonos con un profundo anhelo,
gozando entre dulces gemidos,
aceptando asi... nuestro dulce pecado.