EL NIÑO, EL HOMBRE Y EL CALENDARIO

EL NIÑO, EL HOMBRE Y EL CALENDARIO
Perseguí a las hojas secas
que escapaban de un árbol
o creí perseguirlas
y era yo quien huía de ellas.
El calendario roto, yacía sobre un charco.
El niño jugaba a ser pirata, con un barco
hecho de la hoja del mes de abril.
Las flores ya no olían a nada
o era yo, quien olvidó el olor de las flores.
Estaba en un jardín desconocido.
Las bocas de las rosas se abrieron
abalanzándose sobre mí
sentí como desgarraban mi piel
sus dientes espinados.
El niño jugaba a ser hombre
y el hombre, jugaba a ser cruel
aún teniendo la sonrisa inocente de un niño.
Arrodillada bajo la lluvia de sus insultos
con los brazos atados, llegué a ver
el calendario roto, del mes de las flores.
Flotaba sobre un charco, donde el hombre
que había dejado de ser niño, me miraba sonriendo
limpiando sus manos, de restos de mi sangre.
Seguramente era una pesadilla, pero
no supe cómo despertarme.
mabel escribano
d.r.
imagen: google