El mar de las telarañas.

Ya pronta la sumisa,
embarcación arrojase al mar.
Como tortuga no tenia prisa,
y como vela llevaba el cantar.

A su bordo me hago tripulante,
en su proa he de llorar.
Recordando tan bella amante,
que me ha arrebatado el mar.

Como pelo llevaba el cobre,
como pétalo llevaba su piel.
A mi corazón no siento, pobre.
Pues he aprendido a vivir sin él.

Frío y metálico dolor,
he sentido en mi pecho desde ese día.
Fuerte y denso fragor,
que como llanto de mi corazón salía.

Evocando diamantados momentos,
antes del ocaso final me encuentro.
Manteniendo en su rostro los pensamientos,
Mientras el frió mar penetro.

El final se apremia,
miedo no he de sentir.
Pues si mi vida no es con ella,
pues lo mejor sera partir.

Por eso me tengo que ir,
por que extraño todas sus mañas.
Por eso he de morir,
para encontrarme con ella.
En el mar de las telarañas.