La Carta

La Carta

Querida musa, aunque el tiempo haya pasado me alegra en el alma que estés de regreso con tu corazón ardiente y tu sonrisa brillante, me gustaría oír tus aventuras y escuchar tu voz palpante. Me causaría felicidad ver tu alma en los jardines, ver tu pelo acompañado del viento, sentarme y recitarte mis letras mientras tus mejillas se ruborizan. Ver lo efímero de la noche, sentir tus labios y ese amor mío que te reconoce.

Pero esta carta querida musa, en mi desvelo es la tristeza de mi desconsuelo al extrañar los detalles de la vida, al recordarte a ti querida. Tuve que ser valiente aquellos días, tuve que ser alguien pero gracias a la cobardía no soy nadie.

La soledad quema y es fría, y las lágrimas acarician esta carta .Pero aun así me alegras en el alma que hallas regresado, me alegras el alma querida.

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