me dejaste de amar

Me dejaste de amar

Me dejaste de amar y no te culpo,
el amor es así siempre
incondicional, no
acepta
condiciones,
ni fechas,
ni juramentos
que no significan
nada, sólo efímeras
palabras de valor
circunstancial.

Que
juraste
amarme hasta el
final de tus días, que
conmigo encontraste al
hombre de tu vida, que Dios
recompensó con mi presencia un
día
un anhelo
de siempre que
tu familia aprobó,
eso me lo dijiste una
y mil veces vida mía, pero
esta claro que eso de poco o nada
sirvió...

Ahora
que ya eres
libre y sin atadura
alguna y que mi presencia
no te limitará, deseo fervientemente
que encuentres lo que tú buscas,
obtengas felicidad, y que el
qué alegre venga a
conformar tu vida
nunca te pague
en la vida con
infidelidad, ni
con traición,
ni mentiras,
ni con engaños
ingenuos, ni con
argumentos falsos, ni
burlas ni deshonor, y que
la duda y los celos nunca acongojen
tu alma, y que todo lo que logres
resulte fuerte y bien bueno,
resistente a los desgastes
del tiempo y del
desamor.

Que
encuentres lo
que tú buscas, todo
lo que tu alma anhele,
que resulte duradero y
sincero amor del bueno, que
resista muchas pruebas y pruebe
ser de verdad.

Y
que te
dure mil años,
que te haga llegar
al cielo, y que nunca
te falte su calor, su ternura,
su apoyo y sinceridad.

Yo
seguiré mi
camino buscando
senda certera, y tropezando
y cayendo y volviéndome a parar,
seguiré siempre adelante
construyendo aquel
destino, que el
destino no nos
quiso a ti y a
mi deparar.

Yo
construiré un
nuevo sueño con
insistencia y con fuerza,
y buscaré un complemento
con quien poderlo soñar,
retomando prontamente
las riendas de mi corcel,
porque el tiempo
apremia, es
corto y no
suele
perdonar, es
implacable, muy duro y
siempre nos ha de ganar.

Esta
es mi despedida
sin dolor lo manifiesto;
tan sólo te pido bella no me
vayas a olvidar, espero que me
recuerdes, que recuerdes que algún
día
juntos
soñamos grandeza,
amor y prosperidad, que
construimos proyectos y castillos
en
el aire,
expectativas
inconclusas que
fruto ya no darán.

Por
mi parte
y si es que cabe
yo te condeno amor mio,
al recuerdo de mis besos, mis
abrazos y mi calor, de mis ganas,
mis
caricias,
mis poemas
y mis versos
y mi forma de pensar.
Que mi sombra te acompañe
hasta el final de tus días y que
sepas que
eres mía, mía,
mía sólo mía y
jamás de nadie mas.

Fuiste buena y no te juzgo, sólo dejaste de amar.

JR
(Agosto, 2016)