Hermana

HERMANA

Cuanta amargura en tu peregrinar, cuanta frustración transmite tu conducta, tu comportamiento hermana mía.

¿Qué duro golpe te asestó la vida, que maltratos sufriste que tus mejores cualidades se desvirtuaron, desfiguradote?

¿Qué ha sido de tu dulce corazón, de tus cálidas sonrisas, de tus considerados modales, de tu hablar lúcido y afable?

Perdida en la jungla de lo mundanal, transformada, irreconocible, aterran tu conmoción espiritual, tu aturdimiento mental, tu apatía.

Has construido un mundo de obscuridad, de tinieblas; reguardas tus accesos con espinas y cardos. Aislada de todos, oculta de nadie, tus sangrantes falencias a la vista.

Cuanto dolor me genera tu dolor.

Eres reina y esclava de ti misma. Turbación y tribulaciones te anteceden: el mundo y Dios de testigos.

Pero estas a tiempo de salvarte, de salvar tu alma que es tu mayor tesoro, patrimonio divino, único; no todo esta perdido, rescátate a ti misma, reencuentra el camino.

Tus penurias, las carencias que te subyugan, asfixian, no son tú. Lo tienes todo y no tienes nada.

Arranca esa costra que te restringe y te limita. Despójate de ese lastre muerto, de esa rémora.

Rompe ese ciclo perverso que te anula, que ha desvirtuado tu esencia, tu ser.

¡Hermana, vuelve a ser tú!

JR
Diciembre, 2016