En una noche de enero

Era una noche de enero cuando la gota sonora,
vital y fresca caía
y sobre el cardumen de aguas se consumía,
mientras golpeaba aquel chorro los cristalinos anillos
que ondulaciones de árbol formaban;
y con persianas cubrían en el espejo sus ramas
un tanto oscuras y bellas
y con sonidos muy finos, en aquel piano escondido,
lloraba el agua y reía por alguien que había partido.

Era la brisa no vista, quien como pluma rozaba
la superficie del césped por la neblina empolvado,
Cuando la Luz ya apagada allá en el cielo brillaba.
y era la noche en silencio como murmullo que exhala
inhalaciones amargas por respirar el consuelo.

JENS.