Mi Yaya
poema de Hermes 60
Rompió el alba el tupido duelo
De una noche sin calma
La luz inexorable, avanza
Se hace dueña de la estancia
A la verde hierba,
Refrescan brillos
Chispas de agua
Tras los cristales
La silueta de un niño
Se aferra con fuerza
A los pies de su cama
Su mirada fija en el pecho
Lleno está de silencio
De su querida,
Dormida yaya
El alma en la pared
Impresa en papel
Se refleja en sus ojos
Se esconden, no miran
Sueña darle la mano
Ser su guía
En ese su último viaje
Sin billete ni estaciones
Sin tiempo humano
Polvo de estrella
Vuelve a su origen
Al infinito espacio.
Comentarios & Opiniones
Sensibilidad profunda que pintas en tus letras,felicidades,un cordial abrazo
Gracias por pararte en mi tiempo compañero poeta
U
Un saludo lugomas
LINDO POEMA me quedó el niño y la ventana nostlagica.