El poeta

poema de Flanco.

Yo nunca fui poeta, ni cosa parecida
pero la vida nos va cambiando
desde la cabeza a los pies,
hoy día somos arrojados y valientes
pero mañana vacilamos otra vez.
La poesía nos invade tormentosa
con su ritmo cadencioso y apasionado
y su rima nos invita apresurada
a que cantemos su bellas notas
cuando el poeta encuentra su fantasía inspirada.
Gracias al poeta encontramos
los diamantes, las perlas y los rubíes
escondidos en las profundidades vírgenes
de los sentimientos bellos y puros
de quiénes los han guardado en sus cofres y barriles.
Por eso al poeta lo alabamos
con laureles verdes y milenarios
que nos dicen las verdades de siglos,
con sigilo, con pasión, con amor y sentimientos,
dejando una indeleble huella real y de mitos.
Sigamos siendo poetas durante el día,
el crepúsculo, la aurora y el amanecer
para encontrar en cada flor
y en cada parpadeante estrella
los misterios tristes y dulces del amor.