ENTRE DOS AMORES

I
Por ser todo en la vida
fugaz y relativo
es por lo que nacemos
con sed de eternidad,
y el único milagro
para sentirse vivo,
sin duda, es el amor
sereno no obsesivo,
que nunca el tormentoso
amor fue de verdad.
II
Por él nos late el pecho,
con él siempre oportunas
en un acto de entrega
pilar de la existencia,
solícitas las madres
derraman en las cunas
el néctar deleitoso
de sus astadas lunas
y entonan una nana
para su descendencia.

III
Y de ese nexo nace
la auténtica simiente
de los otros amores.
Y existe una razón
que sirve de argumento,
pues siendo diferente,
vital e irrepetible,
también sobre la mente,
en ambas circunstancias
se impone el corazón.
IV
Y un súbito emerger
de ignotas emociones
con su sola presencia
cambian nuestro universo
con fuerza insospechada
quedando en él inmerso,
puesto que en adelante
anverso es y reverso
efigies de dos diosas
con bustos de mujer.
V
Si el mundo es entendido
en clave femenina;
¿de la vida venero
no son ellas acaso,
no es el mérito nuestro
menor en cualquier caso?
Negar esa evidencia
sería un error craso,
¿o nos parece poco
que nos hayan parido?
VI
A veces se compite
por la supremacía
entre los dos afectos
que son complementarios,
y en vez de como tales
se muestran adversarios,
dejándonos rasguños
del todo innecesarios
y el alma a flor de piel
que sufre y no remite
VII
su pena ni un instante.
Mas pese a que se esfuerza
y para remediarlo
apela a la cordura,
su ausencia casi siempre
prolonga su amargura;
puesto que sin quererlo
obliga a la ruptura
con uno de los dos.
Por eso vacilante
VIII
navega a la deriva.
En viejos anaqueles
que tengo en mi memoria
yo guardo como el oro
la imagen del momento
que le dije: «te adoro».
Es ella mi refugio,
son ellas mi tesoro,
por eso en mis quereres
no existe disyuntiva.
IX
No soy quien antes era,
me invade la vejez,
y pese al deterioro
en vez de amarle menos
me entrego y le amo más.
Instantes mil, amenos
acuden a mi mente
que no me son ajenos
y siento revivir
en mi la primavera.
X
Mi espacio lo culminan
los frutos de su vientre,
que en ellos me prolongo.
Y colman mis anhelos
aquellos que nos premian
llamándonos abuelos,
que estoy por su cariño
en deuda con los cielos.
Son ellos las estrellas
que mi noche iluminan.

Comentarios & Opiniones

Xio

Precioso recorrido por esos amores con que la vida nos premia, todos diferentes, pero especiales, donde se involucra fuertemente el corazón, un inmenso placer la lectura, gracias por compartir ese bello talento, saludos cordiales, buenos días poeta.

Critica: 
CRIADO LESMES JOSE MARIA

Xio. Muchas gracias, amiga. Un afectuoso saludo.

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