Sos la Homicida

(¿Realmente cree usted en los milagros?
Porque pesa la vida,
pasa la vida y la sonrisa se apaga…)

No creo en verdades,
en esperanzas tampoco,
no creo en sueños,
ni en sentimientos,
no creo en perfecciones,
no tengo vida…

Soy ateo del desdichado sentimiento
que fervientemente
vosotros proclamáis
trillándolo mil veces por línea,
soy escéptico de cuentos felices
con pinturas arcoíris en sus paginas
y magias de medianoche…

Creo en el olvido,
predico el dolor,
ofrezco soledad,
escribo necedad,
dibujo oscuridad,
respiro estrellas sin luz…

Veo tu sonrisa mujer,
dulzura mía,
¿Ves a este harapiento peregrino?
inquebrantable al código del dolor.
¡No creo en nada!
¡Pero en vos sí creo yo!
Si sos magia no sé, divina tal vez,
Y si sos la homicida de mis prejuicios
toma mi mano,
dame un beso tierno y suave,
porque apenas comienza tu labor.

Siento el latir de tu corazón,
y la creación del universo
tan ajustado y perfecto
para que yo te necesite tanto
y para que vos me sanes con justicia.

Sigo sin creer en el mundo,
pero suavemente tallas en mi alma
lo que es necesario que allí exista.
No creo en destinos:
¡Mi destino sos vos!
Y el tiempo me ha dejado tantos vacíos
que la vida los quiere cubrir:
¡MI VIDA SOS VOS!