Eté.
poema de Celeste Alma
Alborea el horizonte ejercitando esa habilidad , atributo del viento,
para transmitir plenitud en la riqueza que acerca su soplo virtuoso .
El confín envuelve en vórtice voces infinitas de mares y gaviotas ...
llegan hasta aquí salpicadas de toda partícula que, en su trayecto forman .
Amo el aire de San Cristóbal de Las Casas...
Y no porque se filtre aquerenciado en mis cabellos .
No porque jugueteé con mi falda
dejando expuestas mis piernas a la dicha que siento .
No porque agite cientos de pétalos florales cuando les suspira un beso .
Amo ese aire porque forma parte del acervo sensorial ...
...Así como tu voz, amor ...
Así ... cual caricia en el alma
del dedo amoroso de Dios.