Rapsodia pasional.

Tus cabellos, rizos salados,
antología caótica,
un tiempo envolviendo en mármol mi corazón,
ascendiendo, entreabriendo las puertas,
con calendarios de gente durmiente,
el romeo enmascarado,
de Florencia, alhajas y manteles,
estatuas, hundidas en mareas sangrientas,
sandalias de aguamar,
suave,
enhebra tenazmente,
los despedazados espejos de amistad.
Bandoleros curiosos, robos silenciosos,
suciedad desprendida de antílopes,
cuervos ahuyentan lo que traía,
alientos inmutables, rocío huidizo,
descendiendo atrevimientos áulicos,
inmóviles cristales de un maniquí,
sueños,
que huyen de la rapsodia,
a la estéril creación de un cuerpo no deseado.
Lugares envueltos en luz;
intocables, invisibles golpes,
anuncias refinadamente, tu simetría de nieve,
tus enloquecidos testimonios,
tus apestadas palabras reclaman tu destino,
la iguana mensajera modula tu recorrido zodiacal,
un infierno de números pitagóricos,
que se evaporan
en tu entrepierna melodiosa,
con una lejanía material,
el inmenso ámbar
influencia tus cigarrillos,
y mis ironías vanas,
manchan el lienzo
de esta habitación.