Que payasos somos al ignorar tantas cosas.

Cuan ridículos payasos parecen,
todos jugando como niños,
tan hipócritas todos parecen,
al no darse cuenta
que alguien los ve.

Tan tontas las horas que pasan,
tan amargos los minutos que quedan,
hablando se entiende,
golpeando se aprende.

Nos urge la vida que va,
nos atormenta la vida que viene,
un camino…
un destino,
que nadie puede cambiar.

Teje tu vida como quieras,
y sueña que vuelas;
hay un cielo afuera,
¿Que habrá dentro de él?

Cuánta vida tendremos,
cuantas horas serán para pasar a ese lugar,
¿Cuál es mi lugar?
¿Dónde estará tu lugar?

Caminando de lado a lado,
como pasan frente a ti,
como pasan frente a mí,
tan amargas
son las horas que quedan
al estar esperándote
aquí…