ceniza

Me arde el corazón,
que se calcina,
y la piel se desgaja en el olvido,
por el tiempo en que soñábamos de a dos,
Se apagara la luna y las estrellas,
que solían titilar en tu mirada,
serán antiguas voces del recuerdo,
serán despojos de mi alma ilusionada.
Y la lumbre de tu vientre será hoguera,
para otro leño apasionado en la fogata,
que al amarte queme en serenatas,
de besos y caricias al quererte.
Seré entonces recuerdo de otras llamas,
que ardieron incendiando nuestra cama,
y en el suelo de ese hogar en que te amaba,
quedara el sonar de nuestra risa,
mientras muere ardiendo el corazón,
y el viento se lleva la ceniza.