Monstruo

Eres un monstruo lleno de perversiones, malicioso y sin recelo, no huyes, no piensas, solo buscas un placer y te beneficias cogiendo mis nalgas, eres feroz, salvaje y despiadado.
De esos crueles que ya no existen, que se perdieron en plena oscuridad, tus ojos no demuestran miedo, estás buscando lo más maléfico de mí, llevándome a un hoyo negro donde lo único que hay es sexo, el sexo que te deja huella y aunque cicatrice sigue doliendo como herida abierta. Tus quejidos me excitaron e hicieron que mis pezones se endurecieran, me está volviendo loca que los beses para después morderlos con tanta rusticidad, no tienes compasión de mí, me tomas como quieres, me quiebras con tu falo, eres bestial y la forma en que me penetras me motiva a querer más de ti, admito que me encanto verte y quiero volver a tenerte, tu barba raspaba suavemente mi vagina y mientras la besabas mis jugos salían, llovía en nuestra habitación, en mi mente veía una explosión de luces llena de colores y mis ojos se mantenían cerrados, era mágico, ¡eras tú!, mi cuerpo estaba tan tórrido y yo tan inquieta, quería saber de ti aprender y hacerte venir.
Tu verga estaba tan erecta y llena de miel, esa miel que solo me darías a probar a mí, seguir cogiéndome es lo que querías, en ti no estaba parar, jamás me darías la oportunidad de hacerlo. No sin antes disfrutarme hasta terminar entre mis piernas, frotabas mi nalgas con tanto deseo, mientras introducías tus dedos en mí, se lo que querías, la forma en que planeaste como hacerme gozar y hacerme volar sin siquiera tener alas, tus ojos me decían que este era un plan, un plan benévolo donde sabrías que me podría enamorar, estaba dispuesta a lamer tu miembro ese miembro que disfrute, subía y bajaba mi lengua, mi boca por fin no estaba vacía, tu verga estaba dentro de ella y yo feliz de succionarte hasta que terminaras en mi culo y sé que te deleitas viéndolo, sé que te pierdes en él, lo sientes, te lo quieres comer, no tengo miedo de ser perversa adoro sentir que me desean y me encanta coger, el tabú no existe para mí, y follar es mi perdición, me encanta que me penetren disfrutar cada cuerpo, sentir orgasmos ajenos, que jueguen conmigo y me usen a su modo, me calienta la forma del esperma saliendo, sabiendo que lo que ha pasado te ha llegado hasta los huesos, que parara por un instante para después seguir disfrutando nuestros cuerpos y explorar la forma en la que se pueda llegar a estallar.
Quiero que me estrujes, sé que eres el indicado y que mis sexos pasados no llegaron hasta donde llegas tú, me estas estremeciendo, puedo decir que contigo he olvidado mi nombre y la dicha de que me correspondes me vuelve tan ligera y tan segura, que entiendo que tú, solo tú eres mi monstruo y de ti no quiero huir.