Su amor.

Su amor.

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Ya van casi seis años de estar en mi nuevo mundo, nuevo ...casi porque después del primero los demás ya van siendo costumbre.
Amanecer sola, con el frío como compañero y calando los huesos como siempre, esa niebla que se posa fría y densa sobre mi cielo, es como si no pasara el tiempo jamas y todo se hubiera quedado petrificado como Sara en el pasado.
Me abrigo bien para intentar dormir de nuevo pues no me quiero levantar, miro de soslayo el reloj y es muy temprano aún para mí, lo dejo a un lado y vuelvo a cerrar los ojos intentando caer de nuevo en mi letargo.

Allí hay un lugar muy bello, una playa virgen, mucha selva al rededor, la arena blanca, el mar azul, unas flores rojas en mi cama, la casa con las ventanas abiertas y las cortinas ondeando hacia adentro, miré bien en mi entorno había cosas que me indicaban era una persona distinta a la que había dejado en la cama muy fría, era una mujer nueva que tenía amor a montones en su corazón y un alma nueva que quería ser feliz.

Me senté en la orilla de la cama y vi por la ventana algo que llamó mi atención, era algo que me atraía o mejor diré...alguien ....y me acerqué que ella, mire bien abriendo antes las cortinas y era ese hombre que me daba tanto desde hace unos meses, que más bien eran años porque en mí eran muy gratos,
Me quedé allí mirando, iba corriendo por la playa, tenía un pantalón blanco muy descascaderado que insinuaba sus huesos de una manera excitante para mi, sin camisa de donde se veía un pecho firme y con algunos vellos en el dejando su sensualidad a flote, su pelo crespo al viento iba dejando su aroma a sal marina a su paso, sus manos ...las mismas que me hacían volar por ese mismo cielo azul que él creaba en sus líenszos cuando pintaba en las noches. Yo ...sólo lo miraba alegre y algo triste también leal a mi misma.

Pasó de largo por donde mi mirada lo alcanzaba, siguió con su trote suave pero firme, yo salí para respirar un poco de aire fresco, era un bello lugar, todo natural, virgen y ostensiblemente bello.

Salí al corredor para que ese aire fresco me tocara los sentidos, mi pelo ondeó, mi ropa se movía también y mi alma se sentía pletórica por estar ahí, cerré mis ojos para concentrarme en el momento, en el lugar y me quedé allí como soñé hace años poder hacer, sola me sentía bien pero saberlo a él allí en mi lugar favorito era ya un logro alcanzado

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Me distraje un poco y no me percaté que el que me desvelaba estaba allí, me tomó de la cintura y me llevó hacia su cuerpo, fue bello cuando lo sentí así con su piel tan caliente en la mía, me deslizó en su pecho y me detuvo en toda su extensión masculina que amaba tanto.
Su boca se perdió en la mía, sus sentidos se unieron a los míos y en un sólo instante que no vi ni noté estaba en una parte de la playa donde había un poco de hierba, él encima mío y yo perdida en sus ojos color miel.

La mañana más soñada, más deseada por mi hasta ese día y fue una maravilla que no olvidaré ni aún cuando abra de nuevo mis ojos y vea que no está, que hay frío y que la niebla me acompaña como mi más querida amiga desde hace meses, pero amo y amaré eternamente ese deseo de verlo así en mi ser, en esa playa virgen que era testigo de nuestro amor y nuestra entrega.

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Así ...vale la pena soñar.

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* Ángel *
Diciembre 13. 2019.

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