Manecillas

poema de Yakomo

Hoy las manecillas del reloj que guarda tú muñeca, me recuerdan que la vida es una, que es muy corta, qué hay que aprovecharla a cada instante, igual que el amor es único y cuando se da no se arrebata, no se reprocha, ni se olvida. Se da por voluntad propia y a manos llenas se regala.
Hoy me doy el lujo de recordar el que yo te di, porque soy carne, soy ser, soy sentimiento, soy humano y como tal sufro y sufre mi alma y sufre mi piel al no verte, por no escucharte, por no tocarte, por no describirte a detalle, lo que a diario siente mi alma.
Tal vez haz tratado de olvidarme y de tu pensamiento borrarme pero en mi eterno sentir por ti, sé que en tu cuerpo quedo impreso el poema de lo que tu alguna vez soñaste, de lo que alguna vez deseaste, de lo que alguna vez pediste y se concedió.
El tiempo salvó al amor, al hundirse aquella isla y hoy por eso sigue vivo en mí, por ti.