Atardecer

Atardecer, bello atardecer,
horizonte que arde en fuego,
llama que no deja de crecer
como el sabor de tus besos.

Observo un lucero infinito,
mezcla de adonis y gloria,
arcoíris que se ve tan lejos,
imponente como una diosa.

Tan fuerte esta la zozobra,
fuerte como el resplandor,
en trizas quema la aurora
que atraviesa mi corazón.

Me conmueve tu voz solloza
cuando enaltece las miradas,
voz tan cálida y susurrante
que me orna con su magia.

Enviciando mi realidad tensa,
el aroma de tu licor me atrae,
queriendo tu indómita pasión
y tu silueta cual alas de ave.

Escucho todas tus melodías
y matices de vastos colores,
alejando mis temores de mí,
adornando el día y la noche.