XXI

poema de Andygom

Y el grito retumba mi mente
despelleja mi piel en fracciones
... Tan dura que lamente
escucharme entre dientes
el ensordecedor sonido de mi voz,
voz que aclama misericordia,
voz que eriza mi vestido.

Que en el péndulo del tiempo
retacha en pasado y presente
cayendo directo hacia mi pecho;
seindo más que un hecho el tiempo
que no perdona, pero si abandona.

!Eh creído en el diablo rojo carmín¡
esperando por mi alma al cernir,
atandome en la osucridad perpleja
mientras me ahogo en la ira.

En los rincones más oscuros
se coce la carne roja esteril,
carne que consumía y tragaba
aún con el veneno incluido en él,
para saciarme, para saciarme.

En un último aliento
le susurro a mi verdugo:
-¿quien es el mosntruo ahora?-.
Y el diablo se lamento.