HAY AMORES…

Hay amores omnipotentes como el amor de Dios o el de mi madre
que olvida todas mis ofensas.

Hay amores eternos, como el que siento por mis hijos,
por mi familia, que aunque no estén los amo.

Hay amores que te devuelven la vida, como el de mis amigos que es capaz de levantarme como un caldo de carne cuando estoy enferma, y me regalan un gran: “si se puede”

Hay amores que se sienten en el alma, como el primer amor,
que cuando pasa deja cicatrices de esas que no se borran ni con concha de nácar.

Hay amores instantáneos que llegan como el viento cálido en las tardes calurosas de verano, refrescando el alma, pero que en la noche ya no se recuerdan.

Hay amores que te roban la paz, te inquietan,
te ponen nervioso y finalmente se van.

Hay amores que te sacan del mundo,
te ponen a soñar y tus pies flotan al caminar.

Hay amores que no se olvidan, que dejan grandes recuerdos para atesorar…
ese, ese, es el que siento por ti!