Vicio

Que triste es mi mi mundo
Cuando me encierro en el;

Y me dejo llevar por los hilos
Imbisible atados a mi piel.

Despues de seder a los deseos de la carne
Queda un agonizante sentimiento de culpa.

Mi corazón se arruga como una paza,
Estallan mis nervios,
Y mis huesos flaquean como castillo
echo de cartas antes la tempestad.

Que decepción!
Me he fallado a mi mismo.
Como volver a creer en mí?

eh perdido hasta mi dignidad
Que es lo único que el hombre posee.

Eh sido arrastrado aun mas allá
Del lodo y la asquerosidad;
He sido esclavo, marioneta, títere...
según el estado de animo de mi verdugo.

Condename ya a la guillotina,
Crusificadme, ponerme en la horca,
Es para mi mas digno
Que esta desgarradora tortura de mi alma,
De mi ser, de mi espíritu,
De mi yo.

Ahora expira la noche
Y renace el alba,
Otra lucha se aproxima
Y aun no supero la anterior...

Adrian Y. Rodriguez