Te creí

Siempre dudé de que me amaras, me
parecía demasiado bueno para ser cierto.
Me decías que no fuera pesimista, pero mi interior siempre resonaba un “eres realista”.
Traté de mantener la distancia, pero no te gustó la idea, no me dejaste protegerme el corazón.
Y ahora es tarde, porque terminé creyéndote.
Y ahora me dejas cuando más te amo.
Yo quería ser realista, pero me hiciste una soñadora, que creía que me amarías por siempre.
Lo irónico fue abrirme tanto con alguien que me cerró sus puertas desde el principio, que se avergonzaba de que lo vieran durmiendo conmigo o presentarme como más que una amiga.
Debí aferrarme a las señales.
Debí ser más realista.