Mensaje del alma
A una chica desconocida que estaba triste en un pub
Hola, soy tu alma. ¿Se puede saber que estás haciendo? Loca no te volviste porque ya llamé a tus neuronas y me confirmaron que todo estaba bien, que el café de la vida aún no hizo su efecto, pero que tan mal no les va. Pasa que no entiendo hacia donde vas, te tiro algunas señales y no me respondés, me endeudo pidiendo endorfina y la malgastás, este cuerpo que me das me está incomodando un poco y creo que algún chistoso me puso el cartel de desalojo que tuve que sacar. Vos viste como soy, me conocés y no te voy a obligar, pero ya me está empezando a cansar que te quedes estancada, no hacés nada por mejorar y eso me tiene preocupada. ¡¡Hey!! soy tu alma, sacame de vez en cuando a pasear, no pido una vida alocada, ni que me adornes con la religión, pero dedicame algún renglón de esta historia que vas escribiendo, no puede ser que sigas viviendo sin prestarme atención.
El alquiler tiene fecha de vencimiento de esta pensión que habitamos, no lo tomes como un reclamo, sino como un consejo, hagamos algo nuevo que nos beneficie a las dos, vos tomá la desición, que yo me encargo del resto.
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