Alborada Azul

No importa si los mares llegasen a secar
Y los vientos nieguen la libertad de ser libres a sus olas
Déjalos, que ellos en su grandeza han cargado a los qué sufren y lloran por amor
Ven, miremos a los horizontes y veras que ellos no mueren al caer la tarde
Solo duermen, aunque sus colores pierdan el encanto de ser amado
Toma mi mano, y dime si los besos y caricias que te di
¿A caso no fueron más grandes que el infinito cielo?
Te olvidaste cuando jugamos y reíamos, y decías que el mundo era pequeño para amarnos
Lo entiendo, lo sé, no digas nada…
No dejes que tus lindos ojos, manchen las pupilas de tu bello rostro angelical
Diré que fuiste un encanto si preguntan, que te vi
Cuando cruzabas la alborada, que llegaste y sanaste
A este mal herido corazón.