Que en tu corazón esté el oro

"Si yo no intento poner calma tú pon la inteligencia,
esperare que llegue el karma ya nada me silencia,
el tiempo no se para y se agota mi paciencia,
no tengo expectativa, me faltan exigencias,
aumenta la desgana y disminuyen mis creencias,

me disgustan las heridas de aquel que se sentencia,
por mentiras, con robos, o por actos con violencia,
mi cabeza está que estalla entre escritos de emergencia,
me gusta la vida pero no tanto mi existencia,
por que me golpean estampidas y lo hacen con potencia
no entiendo a este mundo de malas influencias,
esconden las verdades, las bondades las desprecian,
esquivan el aprecio y escogen odio por inercia,

se llora ante los muertos, se aplauden las herencias,
¿vivo era el más bueno? pues le faltaba tu presencia,
que corta es la mentira, bendita es la decencia,
malditas sean las guerras y que bonita es la inocencia,
lo pienso sin prudencia, os lo dejo con solvencia
aquellos los que dañan que griten por clemencia,
veremos si se apañan cuando noten las ausencias,
¿y los que maltratan sin entrañas?;; pero que poca vergüenza,
no escribo para nadie o que lo juzgue tu conciencia,
estos son textos desde un alma que hoy gana en decadencia."