Alfarero de amor

Déjame posar mis manos sobre ti
soy el alfarero que un día moldeó tu figura,
y quiero comprobar antes de pena morir…
qué como mi obra, no hay ninguna.

Te quise hacer tan… perfecta,
que plagié la belleza a la Luna,
y aún así, pareciéndome poco…
el barro, lo recogí de una duna.

Para darte color, viajé…
a la selva más profunda,
y compré los colores a un colibrí
para qué así, fueses única.

Para ponerle tono a tu risa
interpreté una sinfonía de Mozart,
y por mil mares navegué…
hasta encontrar el azul
que a tu mirada, le daba olas.

De dulces sueños formé tus labios
y de verde esperanza, tu boca,
y dos montañas a una cordillera quité
para formar el cálido pecho
en el que dormí, mis noches locas.

Te di dos alas, para volar…
que corté a una blanca paloma,
esas… que ahora, te alejan de mí,
en eso me equivoqué… ¡¡Fui un idiota!!

Para terminarte, te doné mi corazón…
y te concedí un alma que vagaba sola,
hoy, éste pobre alfarero muere de pena
porque sin darse cuenta…
perdió, su mejor obra.

Téura